Línea editorial de ele Escuela de Liderazgo Emocional

29 de octubre de 2014

Sonia, frente a frente...


"Vivir en primera persona, o ser familiar de alguien que sufra esta dura experiencia es una de las situaciones más dolorosas que el ser humano pueda soportar. Pero debemos recordar que la fortaleza y el apoyo son fundamentales para superar esta dura prueba. Este mes nuestro reconocimiento y validación a Sonia, una mujer que ha entrado en conversaciónes con una vivencia llamada cáncer ...  Esta mujer de 49 años desde que la conozco y son ya muchos años ,ya que soy su médico de familia ,no ha perdido nunca el brillo de sus ojos ni la sonrisa en su boca.
Me regaló en una ocasión una taza que ponía " todo va a salir bien porque tu, eres la leche" con la que desayuno todos los días .Hoy nosotras le vamos a regalar y dedicar un corazón grande rebosante de cariño y mucho , mucho amor que es el trofeo que damos Mujeres sin Maquillar a mujeres ejemplares llenas de vida como ella".

     
                                         

Sonia ¿Qué sentiste cuando el médico te dio la noticia de que tenías cáncer de mama? Pensaste, llueve sobre mojado... 
Me tocaba mi revisión de los 6 meses, pues ya desde muy jovencita me habían quitado varios fibroadenomas de ambas mamas. Como trabajo en el hospital, les pedí si me podían hacer una punción en la axila pues yo me notaba un bultito que había crecido. Me la hicieron, y cuando estuvo el resultado, le pedí a una compañera que me lo acercara a mi puesto de trabajo. Y lo abrí tan tranquila, estaba segura de que no era más que otro fibroadenoma que había crecido y que seguro que me lo iban a tener que quitar. Me salté todo lo que no entendía y ví al final en mayúsculas "POSITIVO PARA CÉLULAS  MALIGNAS". Me quedé literalmente helada, sin saber qué hacer, a dónde ir, a quién preguntar. E inmediatamente pensé "esto está equivocado, no es mi anatomía, será de otra persona". Mi compañera me dijo que me fuera a ginecología, que me explicarían  allí o a radiología para hablar con el dr que me hizo la punción y ella se quedó en mi puesto. Ambos doctores me dieron una explicación muy por encima, pues hasta el día siguiente no venía mi ginecóloga. Algo entendí de pruebas de descarte, hablar con el oncólogo... No sabía qué hacer si volver al trabajo, irme a casa... Pero en casa estaba sola, y no quería quedarme sola. Llamé a Juanjo, se lo conté pero quitándole importancia, ya empecé ( como he hecho a lo largo de todo el proceso) a no querer preocupar a los demás: "hay que esperar a hacerme más pruebas, no vamos a empezar a pensar en lo peor, a ver qué me dicen mañana..." Y eso hice. Esperar a hablar con mis médicos al día siguiente. Mi madre estaba en Barcelona con mi hermano y por supuesto no les dije nada. Me quedé con mis compañeras a las que tengo que agradecer todo su apoyo, hasta que me decidí a irme a casa. Cuando llegó Juanjo salimos a dar una vuelta al perro y estuvimos hablando, aunque no recuerdo muy bien todo lo que hablamos. Yo seguía convencida de que al día siguiente me iban a decir que ese resultado correspondía a otra paciente, eso no podía ser mío.
Tu ya habías experimentado y escuchado la palabra cáncer en tu biografía personal cuando unos años antes se te diagnósticaba un cáncer de tiroides ¿ Cuál de los dos te ha causado más impacto emocional?
Respecto al cáncer de tiroides, no fué para mi muy traumático. También me pilló por sorpresa. Tenía nódulos en la tiroides, me los iban vigilando, pero había uno que había crecido mucho; me hicieron una punción y dió benigno, pero como el tamaño ya era grande decidieron operarme y si era posible dejarme el lado izquierdo. Y en la operación encontraron un nódulo maligno. El cirujano decidió entonces quitarme la tiroides entera. Creo que mi madre y mi hermano se enteraron antes que yo. A mí me lo dijo el cirujano cuando me desperté de la anestesia...yo estaba en la cama, mi madre y mi hermano a los pies, el cirujano me cogió de la mano y me explicó lo que había pasado. Yo le pregunté "¿tengo que hacer algo?", no quería decir la palabra "químio" para no asustar a mi madre y mi hermano ( como siempre, más preocupada por ellos que por mi) , pero él me tranquilizó y me explicó que tras otras pruebas y dependiendo del tipo de tumor como mucho un tratamiento con yodo radiactivo. Así que hasta ahí llegó mi preocupación. Me quedé tan tranquila. Luego se me complicó un poco porque al ir a darme el tratamiento de yodo se vió que todavía quedaba algo de la glándula tiroides y hubo que esperar para reoperar y extirpar lo que quedaba  para hacerme el tratamiento. Pero ya está, lo único que llevé mal fué el aislamiento por el tratamiento con yodo radiactivo. No tuve miedo en ningún momento. Por tanto sí fué peor el diagnóstico de cáncer de mama.
Imagino que la primera pregunta que te hiciste fue ¿ por qué a mi de nuevo?
Al día siguiente, aunque parezca mentira, me fuí a trabajar hasta la hora en que tenía cita con la ginecóloga. Juanjo vino conmigo. Ahí ya me explicaron todas las pruebas que tenía que hacerme para descartar que tuviera metástasis. Y que habría que esperar a estas pruebas para ver al oncólogo y decidir qué tratamiento habría que seguir. Pero yo seguía pensando que estaban confundidos y que yo no tenía nada, ya lo dirían las pruebas.  Ese día ya no pude volver a trabajar, en la cabeza solo tenía pruebas, metástasis, huesos, pulmones... Y el director del hospital le dijo a mi supervisora que me mandara a casa. No es que pensara ¿por qué a mi otra vez? , seguía pensando que era imposible!
¿ En dónde relacionaste más  la palabra cáncer como una sentencia , en el Cancer de tiroides o en el Cancer de mama?
Cuando ya me convencí de que sí tenía cáncer de mama sí que sentí más que era una sentencia. Pero no una sentencia de muerte ni mucho menos. Eso no se me pasó por la cabeza en ningún momento. Pero sí más miedo, miedo a todo: a perder las mamas, a perder el pelo, a la químio, al cambio que supondría en mi vida.
¿En que cambió tu vida desde este momento?
En el momento en que ya supe que tenía cáncer me cambió todo. Dejé de trabajar, me pasé un montón de días de prueba en prueba y de médico en médico. No consigues relajarte en ningún momento, quieres saberlo todo, que todo se agilice lo más posible. Y empecé a darme cuenta de cuánto me quería todo el mundo. Empecé a tener un "colchón" de cariño que me ha acompañado y ayudado a lo largo de todos los meses y que me sigue ayudando ahora.
Cuando amaneciste al día siguiente de la noticia , ¿ cuales eran tus pensamientos? 
Desde el momento del diagnóstico tienes un barullo terrible en la cabeza. No piensas en nada más, no te entretienes con nada, le das vueltas y más vueltas. Y al mismo tiempo, por lo menos yo, no hacía más que no querer darle importancia por no preocupar a los míos y para tratar también de no preocuparme yo. Es una situación muy rara, no tienes nada parecido a lo que agarrarte, una situación parecida que te sirva como ejemplo, no sabes si lo que haces está bien..."es bueno quitarle importancia  o es mejor llorar o pensar en todo lo peor y que luego sea menos..." Es una situación de ofuscación mental total.
¿De dónde se sacan fuerzas para recibir y sobre todo asimilar una noticia así ? 
Al principio no sabes cómo aguantar ni si vas a aguantar. Yo tenía tantos miedos que llegó un momento en que dije "se acabó, voy a vivir al día, no puedo asimilar lo que me va a pasar en toda su extensión, me voy a preocupar en lo que me pasa hoy y en lo que tengo que hacer mañana". Y esa es la única forma en que conseguí sobrellevarlo. Y cuando mi mente quería divagar la dejaba un ratito y luego mi optimismo le cortaba las alas: "voy a aguantarlo todo porque soy una persona físicamente fuerte, no voy a dejar que esto haga sufrir a los que más quiero cuando sé perfectamente que lo voy a superar con éxito". Es la forma en la que yo me he enfrentado al cáncer, sabiendo de antemano que iba a ganar.
¿ Eres una mujer de fe?
Sí lo soy, aunque no sea practicante. Pero si me "agarro" a Dios y le pido apoyo y sobre todo les pido ayuda a mi padre y a mi abuela, que sé que están con El y eso me da muchísima calma, me siento arropada. Sé que hay quién pensará que si tienes a Dios por qué te pasan estas cosas. Yo también he tenido una época un poco rebelde cuando Juanjo y yo queríamos tener un niño y no conseguía quedarme embarazada. Lo intentamos con tratamientos, pero yo además no hacía más que pedírselo a la Virgen, todos los viajes que hacíamos yo le ponía una vela para que me diera un niño. Pero no pudo ser. Y ahí sí me rebelé un poco, me parecía tan injusto... Pero al final tienes que seguir tu vida, no todo el mundo tiene niños y no por eso son más infelices. Y dejé de estar enfadada. Y cuando con 39 años tuvieron que quitarme el ovario que me quedaba y me dijeron si me quitaba el útero por prevenir un posible cáncer de útero, yo dije que sí. Y ahora me alegro de esa decisión, una preocupación menos. Dios me acompaña en la vida aunque siempre me acuerdo de El cuando lo paso mal.
¿ Qué era lo que más te consolaba hacer en los días previos a la intervención?
A mi me parecía que estaba loca,  pero estaba deseando que llegara. Mi cáncer era muy agresivo y estaba ya en los ganglios y lo que tenía miedo era de que se extendiera a alguna otra parte del cuerpo. Hablando después con mis compis de químio he visto que es una cosa muy común. A mi me coincidió en Agosto, y después de todas las pruebas tenía que esperar como 10 días hasta la operación. Yo no quería moverme de casa, pero Juanjo me convenció para irnos a la playa ( a mi me relaja muchísimo el sol y el mar ), y nos fuimos a Almería. Y hubo momentos en que pude olvidar lo que me pasaba. Pero también me vino a la cabeza todo lo que había ido relegando porque no te lleva a ningún sitio: por qué me pasa esto a mí otra vez. Y miraba a todas las mujeres en la playa, tan felices, con sus mamas...y lloré, lloré mucho. Pero también eso me vino bien, por fin estaba relajada para llorar.
¿ Te consolaba hablar de ello con familia y amigos ó preferías no hablar de ello?
La verdad es que si me gustaba hablar de ello con la gente, pero siempre en positivo. En Juanjo es en quien más  volcaba mis miedos y mis lloros, pobre. Con mis amigas me sentía fuerte. Con mi hermano positiva. Con mi madre protectora. Pero con todos me sentaba bien hablar.
¿ Qué sentiste los primeros días de la cirugía ? ¿ te costaba mirarte al espejo?
Cuando subí del quirófano la gente no se lo podía creer. Una sonrisa de oreja a oreja. Era feliz. Por fin estaba operada. Mastectomia bilateral y linfadenectomia derecha. Cuando el médico me hizo la primera cura y me levantó todos los vendajes me dijo que mirara a otro lado, pero le dije que no me importaba. Y de verdad no me importaba. Ya me había hecho a la idea.
¿ Sentias  que habías perdido atractivo como mujer?
Por supuesto que no. Era una situación temporal. Luego vendría la reconstrucción, en la que todavía sigo. Desde el momento en que tuve fuerzas me arreglé y salí a la calle. Al cine, de compras... Y si no sabía qué ponerme ahí estaba mi hermano para inventarse algo y verme monisima. Y a los pocos días decidí cortarme el pelo, muy corto. Quien me conoce sabe que tenía un melenón precioso rizado y rubio. Y para no sufrir que se fuera cayendo con la químio decidí cortarlo. Tanto mi madre como mi hermano pensaron que me dejaría una melena más corta, se quedaron de piedra cuando me vieron, mi hermano ni me conocía!!
¿ Te sentiste diferente al resto de las mujeres?
En ningún momento. No me he escondido en ningún momento. Ni delante de mi madre ni de mi hermano ni de Juanjo. Ni de quién quisiera verlo. No tenía nada que esconder. Estaba viva! 
El regreso a casa tras la intervención ,¿ te daba miedo?
No. Lo único malo fué dormir tanto tiempo boca arriba y no poder hacer todo lo que quería, no me gusta nada que me tengan que hacer las cosas, aunque sé que me las hacían de mil amores. Y mi hermano en cuanto tuve fuerzas me hizo acompañarle a sacar a mi perrito para que fuera moviéndome. 
Pensabas con frecuencia en lo que venía después ....quimioterapia ¿ Qué síntoma te preocupaba más tener con el tratamiento de la quimio?
Sí,pensaba a menudo en la químio. Quería y no quería empezar. Me daba miedo cómo me iba a sentir. Pero sobre todo me daba miedo la pérdida del pelo. Todas las veces que iba a ver al oncólogo le preguntaba lo mismo: " ¿sé me va a caer el pelo?" Y todas las veces contestaba: "si". Yo no tenia a nadie cerca con cáncer de mama, y no sabía lo que era, de la químio sabía lo que había visto en las películas y la verdad es que me asustaba mucho. Pero aunque parezca mentira, lo que más miedo me daba era la caída del pelo y quedarme sin cejas y pestañas.
La caída del cabello por quimio , te supuso tener que llevar pañuelo en muchas ocasiones... ¿ te daba vergüenza de que la gente te viese con el?
Yo la verdad es que sólo llevaba pañuelo en casa. Pero porque no me gusta como me queda. Desde el principio decidí llevar peluca. Y la verdad es que como soy muy presumida, cuando tenía fuerzas para salir a la calle me ponía mis tacones, me maquillaba, me ponía mi peluca y a correr!  Si hasta llegaban a preguntarme dónde me había hecho un corte de pelo tan mono! Desde el principio decidí llevar peluca, no porque me importara que la gente supiera que tenía cáncer, si no porque no quería ver miradas de pena, de lástima. Yo sé que no lo hacen con mala intención, pero yo soy una ganadora, no quiero dar pena. 
¿ Perdiste alguna vez la esperanza de que te fueses  a curar?
En ningún momento pensé que no me iba a curar
¿ Crees que es importante la reconstrucción de mama para una mujer tras la mastectomia ?
Yo creo que depende de cada persona. Para mi sí es importante, es como dar por zanjado este "incidente". Ya he dicho que soy presumida y quiero verme bien. Pero sobre todo quiero salir de la ducha y no prestar la más mínima atención a las mamas. No tener que llevar sujetadores o bikinis especiales. Y aquí quiero decir que hay que informarse bien de todas las posibilidades de reconstrucción, y ponerse en manos de un buen profesional. Yo estoy con el mejor médico que además de un gran profesional es la mejor persona del mundo, tan cariñoso y tan preocupado por sus pacientes, es un 10. 
¿ Cómo influye el apoyo de tu pareja en una enfermedad tan devastadora para la mujer?
Para mi ha sido y es fundamental. Siempre encuentro en Juanjo todo el apoyo y el amor que necesito. Se ha mantenido en todo momento pendiente. Todo el rato a mi lado. Pero sin ñoñerías. Si ha tenido que ponerme firme en algún momento también lo ha hecho. Me ha hecho sentirme tan mujer como antes, nunca se ha alejado al verme desnuda, le he sentido igual que antes de operarme. Sabía que podía contar con él pero se ha superado con creces. Es el amor de mi vida y toda esta etapa no hace más que reafirmarlo, no hay nadie como él.
¿ Valoras el cariño y dedicación de tu marido más ahora que antes?
No sólo le valoro más a él, valoro más todo y a todos. Esto que me ha pasado es una bendición: me ha hecho saber lo que de verdad importa en la vida y lo que es adicional. Y me ha hecho descubrir el amor de tanta gente...

Tu familia , tu madre y tu hermano siempre estuvieron ahí... ¿ qué te gustaría decirles ahora que estas bien?
Pues me gustaría decirles que mi recuperación ha sido en muy buena parte gracias a ellos. Mi madre ha estado y está conmigo de sol a sol. Haciéndome comidas, haciéndome "cosquillitas" todas las tardes mientras veíamos la tele, acompañándome a todas partes, nada más que dando, dando y dando cariño, inventándose cosas para hacer que me apetecieran... 24 horas pendiente de mi. Mi hermano venía para todas mis operaciones y mis químios porque vive fuera, pero me he dado cuenta de cuánto nos queremos, me contagiaba de optimismo, me hacía comiditas ricas, me curaba...
Les diría que les quiero con el alma, que ellos también me han curado.
¿Te consideras una mujer con coraje? 
Pues la verdad es que sí, que no sabía que era tan fuerte. Pero ni más ni menos que cualquier mujer que se encuentre en la misma situación que yo. Estás en una encrucijada en la que tienes que decidir si sales o si sales, no te queda otra que ser fuerte. A mi todo el mundo me dice que soy súper fuerte, que no soy "normal", pero yo creo que cualquiera en mi situación lucharía igual. Eso no quiere decir que no haya llorado. He llorado mucho, pero eso no es debilidad, hay que desahogar tanta tensión, son situaciones límite. Pero después de unos lloros otra vez arriba, a ganar. 
¿ Has vuelto a ser la que eres ? Has regresado  a tu vida cotidiana, a tu trabajo , a tus actividades...¿ Qué es lo que más te ha costado reiniciar?
He vuelto a mi vida de antes pero con otros valores. Ya no soy la que era. He cambiado. Ahora soy más feliz, disfruto más de las cosas y disfruto más de la gente. Valoro mucho más las cosas y "quiero" más. 
¿ Valoras la nueva oportunidad que te da la vida?
Si, disfruto de todo y de todos mucho más que antes. Pero no siento que sea una nueva oportunidad porque eso es como entender que podría haber perdido en la lucha y eso ni siquiera me lo he planteado. En ningún momento he dudado de que me iba a curar. 
¿ Qué sientes cuando oyes de nuevo decir  a otra mujer tengo cáncer de mama? 
A ver esto es difícil de contestar. En mi puesto de trabajo lo veo muy a menudo. Y cuando les dan el diagnóstico las mandan conmigo como ejemplo de alguien que lo ha superado para que les de las pruebas lo más pronto posible  y  así hablo un poco con ellas. Me da mucha pena porque las veo en ese momento del mazazo de la primera noticia, ese miedo a lo que les espera, pero mi mensaje es siempre positivo: salir se sale, pasándolo un poco mal por el camino, pero se sale. Y con unas ganas tremendas de vivir y disfrutar y ser feliz.
¿ existe posibilidad de vida tras la palabra cáncer ?
 De vida no, de súper vida!
Una vez superada la cirugía y la quimio ... ¿ qué mensaje te gustaría trasmitir a las mujeres que están pasando por ello?
A todas les diría que se apoyen en sus parejas, en sus familias y sus amigos, que sean optimistas, que la actitud es un 50% junto con la químio para vencer el cáncer. Que no se avergüencen si han perdido las mamas porque luego se las pueden reconstruir si quieren, ni de perder el pelo porque luego vuelve a crecer,que lloren todo lo que tengan que llorar, que no somos súper mujeres, que se compadezcan de sí mismas un ratito, y que se cabreen con lo que les toca pasar. Y después de ese "ratito" que estén seguras de que van a ganar, que la lucha es larga y dura, pero se sale; que en la medida que tengan fuerzas, que salgan, que se arreglen, que disfruten de su gente. Y que cuando acabe la pesadilla tienen toda la vida por delante para disfrutarla con ese "nuevo yo" que ha salido reforzado tras la lucha y que es una vida más luminosa, más feliz, más verdadera. 
                   Sonia  ¡ Mil gracias por regalarnos tu intimidad! 






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