Línea editorial de ele Escuela de Liderazgo Emocional

19 de junio de 2013

Alicia de Lara Fernández

Soy una mujer de 56 años, nacida en Madrid, licenciada en Psicología y en Ciencias de la Educación, ambas por la Universidad Complutense de Madrid. Mi vida profesional, cerca ya de treinta y cinco años, ha compaginado la labor como psicoterapeuta clínico con otras actividades dentro del ámbito de la formación y la consultoría empresarial, y he de decir en este sentido que ambas facetas me han resultado tremendamente estimulantes tanto intelectual como emocionalmente. He sido, y soy, una de esas personas afortunadas que ha podido trabajar no sólo con una tremenda vocación, sino de forma pasional, ya que he disfrutado cada momento y aún conservo el afán por conseguir nuevos logros resistiéndome cada día a perder el entusiasmo y la fuerza que te da la fuerte convicción de que se pueden superar, vencer y modificar casi la mayoría de las cosas que se presentan en nuestra vida como «aparentes barreras». La experiencia y la práctica están ahí, y ello constituye un nuevo estímulo cada día para continuar.
Me defino como una persona de pensamiento liberal, aperturista, ecléctica y entusiasta de la diversidad, lo que no impide que todos los días emerja el coraje de la inconformidad y la resistencia a aceptar lo que, a mi modesto juicio, presente visos de mediocridad. Creo que no nos podemos permitir el lujo de volver la cara y rendirnos ante lo que creemos firmemente que se interpone en nuestro derecho a ser nosotros mismos y ejercer responsablemente esa libertad. Estoy casada y soy madre de un hijo, que es sin duda el que me devuelve «al camino» cuando, como todos, muestro signos de debilidad..

Capítulo 15. La soledad de la mujer en el mundo actual. Una paradoja entre lo íntimo y lo público.

«Una vez más se mostraba ante mí la fuerza de nuestro sexo, su determinación, su garra y su incesante ánimo de superar para seguir viviendo (…) Cómo se enfrentan a sus carencias y cómo su naturaleza constructiva y su irrenunciable misión y compromiso para con ellas y con la vida se convierte en su capacidad de lucha y superación (…) Las mujeres de las que hablamos eligieron el compromiso y se salvaron a sí mismas».

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Mª Dolores McCrory Martí

Soy una mujer de 27 años, católica practicante, fiel a mis principios y a mis valores. Estudié la carrera de ADE especializándome en auditoría. Trabajé 3 años como auditora, de sol a sol, y ahora he buscado un trabajo en el que poder conciliar mi nueva vida personal con mi vida profesional. Mi familia es católica, unida. El problema de uno es el problema de todos; con unos principios y valores muy arraigados; con unas reglas muy rígidas para las niñas, en relación al horario de llegadas… El noviazgo con mi marido ha sido largo ya que lo conocí con 19 años lo que hace que haya vivido muchas cosas a su lado. Hemos crecido juntos, hemos ido superando cada incidencia de la vida juntos, pero también ha sido complicado porque al ser largo había más tiempo para poder infringir nuestros propios valores y principios. Ahora vivo en mi casa con mi marido; he encontrado un trabajo que me permite conciliar mi vida profesional y mi vida personal y que consiste en dar clases de asignaturas de mi carrera, lo cual me reconforta mucho ya que ayudo a mis alumnos a aprobar y veo mi esfuerzo recompensado cuando me dicen que han aprobado y me dan las gracias.



Capítulo 2. El paso del noviazgo al matrimonio

El paso del noviazgo al matrimonio es una nube de sentimientos por la que hay que pasar para estar junto al hombre de tu vida y formar una familia. Estoy encantada de haber pasado todos los sentimientos agridulces del año de preparación de la boda porque sé que es una de las mejores decisiones que he tomado en la vida, porque mi marido sé que es el hombre de mi vida y sé que Dios nos ayudará a formar una familia. Espero que sepa llevar la educación de mis hijos la mitad de bien que mis padres lo hicieron con nosotros, llevar una familia, dar a mis hijos tanto cariño, amor, comprensión apoyo y dedicación… como lo han hecho ellos. Y que cuando mis hijos lleguen a esta etapa de su vida tengan ese sentimiento de agradecimiento, ese sentimiento de apoyo en sus padres, la unión de una familia en la que cuando existe el fracaso de uno de sus componentes sea el fracaso de todos y cuando haya un éxito sea el éxito de todos, como los he tenido yo. Porque el mayor tesoro que tengo en la vida es mi familia y mi marido…"


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Julieta López de Mena y Rodríguez Campoamor

Soy abogada, tengo 35 años y trabajo en una gran multinacional con un puesto importante. Vengo de una familia de clase media-alta; soy una mujer femenina, vivo con mi pareja Lorena desde hace 3 años y planeamos casarnos en breve y tener un hijo. Soy muy feliz y jamás he sido tan feliz como en este momento en el que, por fin, prácticamente todo el mundo a excepción de la gente de mi trabajo, sabe quien soy y respetan mi vida. Ser homosexual es algo que no se elige y solo hay que aceptar que te ha tocado, igual que te toca ser rubio, moreno, alto o bajo, y ser fuerte para vivir tu vida sin que te afecte que haya mucha gente que no lo entienda u opine que ser homosexual está mal o es una enfermedad y considere que el hecho de que formemos una familia es una aberración. El amor que yo siento por Lorena es igual que el que sientes tú por tu novio, novia, marido o mujer y lo único que pedimos es respeto para que nadie se meta en cómo debemos vivir nuestra vida.



Capítulo 7. Mi amor es como el tuyo 

Me he enterado de que eres un héroe en silencio. Que no duermes. Que por las noches vas y te cuelas en mi ordenador y corriges mis contratos e informes dándoles el formato perfecto. Piensas que, como tengo tanto trabajo que apenas me da tiempo a releer las cosas, no me iba a dar cuenta. Pero lo sé…tengo insomnio a veces ¿no lo sabías? El viernes volví a buscar el ordenador por la noche para seguir trabajando en casa y te vi ahí, sentado en mi sitio, corrigiendo esos interminables contratos, haciendo que todos estén perfectos. ¿Por qué me proteges si sabes que nunca seré tuya? Si sabes que mi corazón late al son de una música de tacones lejanos, medias finas y cruces de piernas. Que mis recuerdos son aromas de perfumes de frascos finos y colores intensos. Que mis ojos se encienden con miradas de ojos adornados con sombras y pestañas con rímel. Que mis oídos sólo se inmutan con voces agudas. Que mi cuerpo sólo vibra con cuerpos suaves de curvas prohibidas. ¿Por qué sigues ahí si sabes que yo no podré quererte nunca? Vete, no malgastes tus fuerzas de héroe conmigo. Duerme un poco que tienes los ojos muy rojos. Utiliza tus superpoderes para buscar tu princesa. Yo ya tengo la mía".


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Carmen Mc.Crory Martí

Tengo 25 años. Soy abogada y publicista por la Universidad San Pablo CEU de Madrid, con una experiencia laboral de 3 años en asesoría jurídica de empresa de energía renovable y actualmente, estoy cursando un Master de Derecho Privado en el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid. Vivo con mis padres y ello me facilita el llevar una vida acomodada en la que no me falta de nada.



Capítulo 3. Una mujer del siglo XXI

Siempre he denominado a mi familia como una “familia normal” porque realmente pensaba que ese concepto de familia que yo tenía y veía en mi casa día a día, era el que todo el mundo poseía. Aunque soy joven y me queda mucho por aprender y descubrir, me he percatado de que hay mucha gente que carece de ese ambiente familiar, que no poseen ese apoyo tan enorme e importante como es el de los padres o hermanos y que aquello que yo consideraba como algo normal y básico me doy cuenta, en gran parte gracias a este grupo de escritoras, de que es algo extraordinario y que por desgracia mucha gente no tiene".

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Mercedes Trapiello

Con 31 años y un padre en cada punta me siento, más o menos, ciudadana del mundo. Periodista de formación y empresaria por vocación, tengo mi propia agencia e intento sacar adelante otros negocios. He trabajado en prensa, radio y televisión, en agencias dentro y fuera de España, con clientes nacionales e internacionales. He sido directora de comunicación de un importante grupo andaluz y tengo un master y los inicios del doctorado. Sin embargo, de quien más he aprendido en mi vida es de las personas que me he ido encontrando en el camino. Y lo que mejor se me da es entenderlas y negociar con ellas.



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Dulós Martí Cazorla

Soy una chica de 31 años. Nací en Madrid siendo la cuarta y pequeña de mis hermanos. Estudié en un colegio privado al lado de mi casa como mis hermanos y casi todos mis 18 primos por parte de padre que eran mis vecinos. Mi infancia fue feliz, repleta de gente y de cariño. Estudié Ciencias Ambientales que acabé a los 23 años y a los 26 comencé mis estudios de Arquitectura de Interiores, profesión a la que me dedico. Actualmente vivo en casa de mis padres, con mi madre enferma de Alzheimer y mi padre. Doy las gracias por poder contar hoy con gente que nos ayuda a cuidar de mi madre. Tengo un novio increíble y las mejores amigas que se puedan tener. Considero que no me falta nada ni me ha faltado y que además esto es cuestión de cómo se vean las cosas.



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Pizca Cifuentes

Nací en Madrid en 1960 en el seno de una familia acomodada. Estudié traductora intérprete. Mi desarrollo profesional ha sido en el sector comercial. He escrito tres novelas: " Y ahora qué", "Almas gemelas" y "Paloma".



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Mª Dolores Martí Barceló

Tengo 59 años, soy abogada y autónoma. Soy la quinta de seis hermanos, después de cuatro varones (importante este detalle) y una hermana, en una familia con rígidos valores inculcados, propios de la década de los sesenta y con multitud de inquietudes que me hacen reflexionar sobre el entorno y las personas que he hecho protagonistas en mi vida. Estas personas que he elegido hacen que el amor que siento por ellas supere el egoísmo propio de cada persona para convertirlo en algo tan sublime como lo que produce la satisfacción de ayudar a los demás.



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Victoria de Bonloc

Soy una mujer de 50 años. Nací en Bilbao en una familia de clase media y tengo 4 hermanos. Nos trasladamos a Madrid cuando tenía 15 años. A los 9 me quedé sin padre y mi madre padeció Alzheimer desde los 55. Murió el año en que tuve a mi primer hijo y cuando me casé ya estaba muy enferma. Tengo dos hijos de 21 y 11 años. Estudié Filología en la Universidad Autónoma de Madrid. Trabajo de secretaria ejecutiva en una multinacional americana desde hace 17 años. Vivo en un pueblo cercano a Madrid y bajo a trabajar al centro a diario. Puedo decir que llevo una vida acomodada con una economía ajustada, sin hacer excesos pero sin carencias graves. Tengo ayuda desde hace un año y medio con mi marido para que él pueda tener una vida activa y no tan dependiente de mi y que podamos trabajar los dos.



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Mamen Paramio Álvarez

Me llamo Mamen y soy una mujer de 54 años (ni yo misma me creo que sea ya tan mayor). Nacida en Madrid en el seno de una familia numerosa de clase media, soy la cuarta de nueve hermanos. Realicé mis estudios en el Sagrado Corazón de Jesús, un colegio de monjas de siempre y del que guardo gratos recuerdos y gracias a Dios ningún trauma como los que mucha gente dice tener por haber estudiado en colegios religiosos, y eso que yo era especialmente traviesa y rebelde. Mi casa, como os podéis imaginar, era un hervidero de amigos, míos y de mis hermanos, que terminaron siendo comunes. Recuerdo mi niñez y mi juventud totalmente feliz, formando parte de una familia unida, con los problemas —que los había— de una familia normal, pero tenía unos padres totalmente volcados en sus hijos y en nuestra educación que estaban ahí para amonestarnos cuando nos lo merecíamos, y lo merecíamos siempre. Ya se sabe, en familias numerosas no se para de jugar, de pelear y de enfadarse con los hermanos continuamente. Pasábamos de un extremo a otro con absoluta normalidad en cuestión de minutos y claro está: había que poner orden con autoridad. Y, gracias a Dios, tampoco tenemos traumas de acoso o malos tratos por parte de nuestros progenitores que también estaban ahí para felicitarnos por las cosas bien hechas. Quizá sea por ese curriculum de amistad que me ha acompañado siempre que me he atrevido a escribir sobre ella sin miedo. En cuanto al tema estudios no he sido una buena estudiante. Acabé el colegio,, porque no había más remedio, y los cursos de secretariado pertinentes, pero nada más. Lo que sí me considero es una buena trabajadora, emprendedora, responsable y diligente.

Laboralmente me he movido bastante aunque siempre he trabajado en contacto directo con la gente. Creo que tengo un carácter sociable, muy abierto y no me resulta difícil comunicarme. Tengo mis detractores, claro está, como todo el mundo, pero en general soy muy comunicativa. Soy secretaria y he pasado de trabajar en una empresa de comunicación a una asesoría jurídica, en la que aprendí mucho y de la que me fui por problemas familiares. Después pasé a una empresa de moda en la que formaba parte del departamento comercial y organización de eventos. Lo dejé para ser la secretaria de un médico cirujano plástico para el que llevaba la organización de la consulta y quirófanos y el seguimiento de los pacientes. Me encantó trabajar con él y me gustaba muchísimo lo que hacía, pero él regresó a su país y se acabó. Ahora mismo estoy en otra empresa dedicada a la investigación y control de calidad de la industria maderera.



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Esperanza Soriano

Soy una mujer de 52 años. Puericultora en paro en el momento actual y dedicada a mi madre y a mi hija; con la vida que he deseado realizar y sonriendo por el mañana; agradecida por todo lo que me ha acontecido, valorándolo y con plena confianza.



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Macarena G. Soriano

Me llamo Macarena y soy licenciada en Derecho. Tengo un máster en Derecho Internacional de IEB y actualmente me dedico a la procura, soy Procuradora de los Tribunales y he montado mi despacho como tal. He de decir que me encanta mi trabajo y que por fin me siento plena y satisfecha con lo que hago.



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Elsa Martí Barceló

Nací en Madrid hace 52 años. Soy la pequeña de 6 hijos de una familia llena de afectividad. Me siento afortunada y orgullosa de los padres que he tenido.

Me eduqué en un colegio de monjas, el Mater Salvatoris, donde aprendí esfuerzo y voluntad de trabajo. En mi etapa universitaria, a la edad de 22 años, conocí al hombre de mi vida y tras un noviazgo muy cortito, 6 meses, decidí que era la persona con quien me quería casar y formar una familia. Este último deseo se vio truncado por 8 años de tratamiento contra la esterilidad sin éxito. Tras varias crisis en nuestro matrimonio seguimos juntos en el momento actual.

Estudié la carrera de Medicina en la Universidad Complutense y en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Posteriormente, hice la especialidad de Medicina de familia y de especialista universitaria en clínica y psicoterapia psicoanalítica por la Universidad Pontificia de Comillas de Madrid.

En el momento actual trabajo en un pueblo de la sierra de Madrid, Torrelodones, en una clínica privada de sociedades médicas donde ejerzo como médico de familia y psicoterapeuta en compañía de un fantástico grupo de profesionales.

Me considero una mujer vital, entusiasta y con gran capacidad para disfrutar de las cosas y de las personas fieles que me rodean.

Entre mis aficiones se encuentran leer (devoro los libros), actividades deportivas (pádel, esquí). Disfruto con obras de teatro y el cine me apasiona. Me gusta llevar un orden de vida, soy amante del hogar y de la familia, una enamorada de mi profesión y me encanta disponer de tiempo para compartir con mis amigos leales y generosos.



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Mª José Heredia Chumillas

Me llamo María José. Nací en Madrid en 1965 en el seno de una familia de clase media normal. Soy la mayor de tres hermanos. Me educaron en valores como el esfuerzo, la responsabilidad, la lealtad, la fidelidad, etc. Valores que actualmente echamos de menos en la sociedad en la que vivimos.

Me licencié en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Madrid en 1991 y posteriormente obtuve la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria. Mi andadura profesional hizo que me interesara por las vivencias y emociones personales de mis pacientes que iban requiriendo algo más que fármacos para sus dolencias lo que me animó a cursar la especialidad en Psicoterapia Psicoanalítica en la Universidad Pontificia de Comillas en Madrid.

Actualmente estoy felizmente casada, soy madre de un hijo de 18 años que, a su vez, tiene cuatro hermanos por parte de padre. Profesionalmente en activo, desempeño mi labor como médico y psicoterapeuta en una clínica de mi propiedad compartida con mi socia, rodeada de grandes profesionales y en un ambiente maravilloso.

Me encanta el deporte, aunque me gustaría tener más tiempo para practicarlo y sobre todo y por encima de todo, me encanta mi familia…, esa familia que tanto esfuerzo me ha costado y que hace que hoy me sienta una mujer plena y realizada.



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Carmen Robles

Mi nombre es Carmen Robles. Cincuenta y tantos años me avalan para hablar de "El Nido vacío y cómo reinventarse". Licenciada y profesional en mi carrera de Medios de Comunicación, lógicamente soy madre de familia y vivo volcada tanto en mis hijos como en mi trabajo y la vida me ha enseñado que "Nada es para siempre y todo puede ser un regalo. Cuando lo tengas, hay que saber disfrutarlo. Dura muy poquito"



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Isabel Aniel-Quiroga

Mujer de 68 años. Diplomada universitaria en Turismo. He trabajado como azafata de vuelo (así es como se llamaba antes) y más tarde en la Administración Pública. Actualmente estoy jubilada. Tengo dos hijos propios, vivo con mi hija, y tres de mi marido de los cuales tengo diez nietos.



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